Fallece la última sobreviviente del Titanic. No creerás sus últimas palabras

La ultima sobreviviente del hundimiento del Titanic, Millvina Dean de 97 años de edad falleció esta tarde a causa de una fuerte neumonía, según la BBC.  Dean apenas contaba con dos meses de haber nacido el 15 de abril de 1912, que fue el día en que el famoso barco se hundió en su primer viaje después de haber chocado con un iceberg en medio del océano Atlántico

Ella estuvo entre los 706 sobrevivientes de la catástrofe que terminó con la vida de mil 517 personas y terminó por convertir en toda una leyenda al Titanic, barco en el que la familia de Dean viajaba hacia los Estados Unidos para empezar una nueva vida y abrir una tienda de tabaco.

Tras la catástrofe, la familia Dean volvió a Southampton, puerto del sur de Inglaterra de donde zarpó el Titanic y donde Millvina pasó prácticamente el resto de su vida. Pese a no recordar lo ocurrido, siempre dijo que el hundimiento del Titanic condicionó su vida: “si no fuera por que el barco se hundió, ahora sería una estadounidense”, dijo en una entrevista.

Nunca vio la película de David Cameron ni los numerosos reportajes que se hicieron sobre el barco por considerarlos “morbosos” y nunca se cansó de contar su historia. “Me gusta contarlo, porque todo el mundo se alborota en torno a mí. Y he podido viajar a muchos sitios gracias a ello y conocer a mucha gente. No me podría cansar, no soy de ese tipo de gente”.

«Me gusta contar la historia siempre que puedo, porque todo el mundo se emociona conmigo. He podido viajar mucho gracias a esto, además de conocer a mucha gente. No me voy a cansar nunca de contar la historia».

Las personas que se encargaban de brindarle asistencia médica revelaron que antes de morir la señora Dean confesó que el haber sobrevivido al accidente fue lo peor que le pudo pasar en la vida, pues nunca pudo vivir a plenitud y siempre se sintió culpable y miserable, porque muy en el fondo sabía que su madre se sacrificó  porque ella pudiera tener una vida digna, la cual nunca logró obtener.

Durante los últimos años de su vida siempre estuvo rodeada de los distintos medios de comunicación, porque periódicamente subastaba objetos relacionados con el Titanic para pagar su estancia en el asilo de ancianos donde vivía.